Respiro

Qué felicidad, ah ah ah ah.
Desconectar, ah ah ah ah.

Qué sirva como exorcismo la visita a los bellas artes y realizar turismo cultural para dejar atrás la ponzoñosa alienación que supone frecuentar ciertos ambientes laborales..
Mi vida es esta otra cosa.

Lavoratooori !

Aunque la impostura y el hedonismo sería la más plausible de las posiciones sino fuera por rumiar la nómina de turno, más que nunca y con más razón se hace imprescindible esta escena.

El cambiar

¿De dónde sale esa creencia extendida de que cambiar de opinión es malo? ¿De que sólo los caracteres volubles y flojos cambian de parecer? La verdad pura demuestra que rumiar sobre lo que acabamos de decidir, hasta el punto de sustituirlo por otra decisión opuesta o distinta, es propio de cerebros sofisticados y genéticamente avanzados. La tozudez, la imposibilidad de cambiar de opinión, aferrarse siempre a lo mismo es propio de sistemas cerebrales poco evolucionados.

(Eduardo Punset)

Dedicado a todos aquellos que ensalzan el inmovilismo y lo defienden como virtud y modo de vida.