viernes, 5 de diciembre de 2008

¿La nariz aporta personalidad?



Pues Cher estaba guapa..

12 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que seguro tenia es un chochazo estupendo!

Anónimo dijo...

Pablo Mendi eres patetico...

Rafael Llorente Yepes dijo...

Sí, aporta mucha personalidad. Yo me suelo fijar en las narices (de hecho, me fijo en muchas cosas). Veo mil veces preferible una nariz grande que una de esas cosas perfectas y artificiales que les ponen ahora a la gente en los quirófanos. Me viene ahora a la memoria una tía que subió al mismo avión que yo (sí, yo monto en avión, jajajajajajaja) y tenía una nariz considerable. Aquello me atrajo. Me parecía atractiva. En mi mente empecé a suponerla vinculada a Italia. Pero todos mis sueños quedaron entre las nubes que atravesamos en aquel vuelo.

Anónimo dijo...

que poetico eres yepes, seguro que eres de esos que te metes cositas por el culito no?

Anónimo dijo...

Me quiero mucho a mi mismo, aunque a veces me porte mal y haga cosas que no quiero...

Rafael Llorente Yepes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafael Llorente Yepes dijo...

Anónimo, has acertado sin querer. Mi gozo se acentuaba cuando estaba en esa tesitura y sonaba la sintonía de Trébede, en Radio 3.

Anónimo dijo...

Soy un perturbado que lo mejor que he hecho en mi vida es escribir este comentario y tirarme un pedo a la vez.

Anónimo dijo...

Mi pene es tan ridiculo que me confundieron con un castratti en mi ultimo viaje a mikonos

Anónimo dijo...

Soy miguel y me gusta comer una banana y un plato de lentejas al dia, dicen que es muy sano y esto me ayudara a sentirme bien con mi cara de mono loco

Anónimo dijo...

Hola soy miguel de nuevo , y es para decir que me gusta darme cabezazos contra las paredes de las casas de color rojo

Anónimo dijo...

hola soy el coño de cher. quisiera que alguien me sacara a pablo de aqui que lleva viviendo dentro un par de años alimentandose de flujo vaginal y de semen. ademas ahora me esta intentado meter de fuera un deshumidificador e incluso se permite el lujo de invitar a su amigo invisible a tomar el te de las 3 de la mañana.