El miedo a la soledad responde a la necesidad básica del ser humano: sus relaciones con otras personas.
Diferentes causas para enfrentarse a la soledad: un compañero/a para compartir alegrías y pesares, pensamientos y sentimientos, para ser querido, para ocupar un lugar principal en la vida de alguien. Unas más loables que otras.
Resulta que nuestro bienestar y tranquilidad así como nuestra percepción de la felicidad, no dependen propiamente de nosotros mismos, sino de otras personas. Dependemos en mayor o menor grado de la reacción del otro, de su disposición hacia nosotros.
jueves, 11 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
pero alvaro tu no tenias 64 años??? a que viene eso de treinta y tantos... que es un ataque de nostalgia galopante??? o simplemte que te quedaste sin microenemas???
perdona tengo 63, que todavía me vale la Tarjeta Joven 64.
Publicar un comentario