De cómo en esta vida el aparentar ser más moderno que los demás además de una quimera no solo crea recelo sino animadversión e incluso repugnancia.
Circunscribirse dentro de este colectivo supone vivir al margen y en tensión continua.
Ser moderno cuesta trabajo. Ser moderno es trágico. Es insostenible. Inaguantable.
(Y encima decir que Scott Fitzgerald e Ingmar Bergman están sobrevalorados...).
miércoles, 19 de septiembre de 2007
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11 comentarios:
Muy duro ir de moderno con la creatividad bajo mínimos. Quien se encubre en la crítica mordaz por la absurda búsqueda del reconocimiento social me parece que no vale una mierda.
Acertado el post en estos tiempos de tonteria.
Con lo bonito que es tragar cultura y arte (al que le guste) en solitario o pareja y disfrutar por el mero hecho de conectar con lo que estás viendo.
criticar al critico? que cinismo por dios.
... y criticar al que critica al critico? mas cinismo todavia
y criticar al que critica al critico del critico? que cinismo madre...
y criticar al que critica las criticas del que critica las criticas del critico? pues mira: eso si esta bien hombre, eso si es de lo mas acertado.
pero eso si, criticar las criticas del critico que critica las criticas del critico que critica las criticas del critico que critica al critico? eso es de criticones por dios, de autenticos criticones cinicos y sexistas.
Eso no es de cínicos, sino de lloricas y mariquitas.
a quien llamas bisexual?cuidadito con lo que insinuas sureño aristocrata de las narices!!
¿Porque vivo en Louisiana y vivo en una mansión colonial ya me llamas eso?...Jodidos granjeros de Arkansas!.
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