martes, 30 de enero de 2007

Perorata


Las ideas del marxismo, a pesar de su retórica emotiva, apelaban en ultima instancia a la razón (Stalin, Castro, Mao y un larguísimo etc han carecido también de tal instrumento según nos ha enseñado la historia). El fascismo rechazaba el racionalismo y se definía a sí mismo como un culto a la acción y a la pasión.

Según Hitler : “..un lider no puede ganar seguidores con meras explicaciones o instrucciones, eso jamás mueve a la masa. Es siempre una devoción la que los inspira y a menudo un tipo de histeria la que los conmina a actuar”. (Mein Kampf). Una frase muy esclarecedora.

Y hablando de masa, era ésta la que ocultaba y anulaba al individuo en aquellas grandes manifestaciones nazis, todo organizado para conferir a la gente un sentimiento de identidad como grupo en menosprecio del individuo. También Castro y su puesta en escena épica apelando ad nauseam al pasado glorioso de la toma del Palacio de invierno mientras los derechos humanos son hoy en día pisoteados constantemente.

Todo esto, no se por qué, se asemeja a toda la estética que rodea al nacionalismo abertzale. Todos esos paletos de cerebro anamórfico ( recuerdan a aquellos antiguos “flechas” de falange, pioneritos de la muerte) apelan constantemente a la patria como un ente superior al individuo.

Estos chavalotes movidos por la pasión de masa, alimentados con odio, son los nazis de hoy en día. Hay que eliminar ya todo rasgo de romanticismo revolucionario en esta actitud fascista.



Abogar por el racionalismo y rebatir el rebuzno, el aldeanismo y la distinción étnica, debería ser uno de nuestros objetivos.

No es una quimera.




1 comentario:

Mike Majara dijo...

Me levanto de mi poltrona y te doy mi mas sincero aplauso. Verdades como puños!!! que hostias... VIVA ESPAÑA Y VIVA FRANCO ME CAGO EN DIOS!!!ufff es broma, es broma... es broma... ejem...una triste broma solo eso...una...broma....